jueves, 7 de enero de 2016

Preocupado, yo? No creo….



Cuantas veces la agenda llena de actividades, los cambios en nuestra vida, las situaciones y cosas nuevas que se avecinan nos mantienen preocupados.
Es inevitable no ponernos a planear, o pensar que queremos hacer mañana, como invertiremos nuestro tiempo este año, y más cuando comenzamos un nuevo año, nos preocupa lo que vamos hacer, que decisiones tomar, si estas mismas nos van a afectar o no. Y la preocupación sigue estando ahí vigente.
Pero Dios en su palabra nos habla sobre este tema, nos calma y hasta nos da su paz, tal vez no sea la respuesta esperada, pero nos dice lo que necesitamos saber, y resumidamente es Confiar en El, creer que El, que es nuestro Padre, tiene todo el control y nos va a proveer en cada situación necesaria.

El afán y la ansiedad (Mateo 6.25-34)

25 Por tanto os digo: No os afanéis por vuestra vida, qué habéis de comer o qué habéis de beber; ni por vuestro cuerpo, qué habéis de vestir. ¿No es la vida más que el alimento, y el cuerpo más que el vestido?
26 Mirad las aves del cielo, que no siembran, ni siegan, ni recogen en graneros; y vuestro Padre celestial las alimenta. ¿No valéis vosotros mucho más que ellas?
27 ¿Y quién de vosotros podrá, por mucho que se afane, añadir a su estatura un codo?
28 Y por el vestido, ¿por qué os afanáis? Considerad los lirios del campo, cómo crecen: no trabajan ni hilan;
29 pero os digo, que ni aun Salomón con toda su gloria se vistió así como uno de ellos.
30 Y si la hierba del campo que hoy es, y mañana se echa en el horno, Dios la viste así, ¿no hará mucho más a vosotros, hombres de poca fe?
31 No os afanéis, pues, diciendo: ¿Qué comeremos, o qué beberemos, o qué vestiremos?
32 Porque los gentiles buscan todas estas cosas; pero vuestro Padre celestial sabe que tenéis necesidad de todas estas cosas.
33 Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas.
34 Así que, no os afanéis por el día de mañana, porque el día de mañana traerá su afán. Basta a cada día su propio mal.

Estos versículos son de mis preferidos cuando me siento preocupada o ansiosa.
Porque me voy a preocupar? Si Dios cuida de las aves, de la hierba del campo, como no va a cuidar de nosotros.
Experimente muchas veces el cuidado de Dios en mi vida y el obrar de El, de manera que no podía imaginar, y recordaba los momentos en que había estado preocupándome por ese asunto, y al ver la mano de Dios reconocía que no se había olvidado de mi situación, de mi problema, de mi preocupación.

Debemos hacer algunas cosas simples cuando estamos en medio de la preocupación, CONFIAR (Versículo 32) Dios sabe que tenemos necesidades, no busquemos quejarnos y preocuparnos en vano, la preocupación trae problemas.
ENFOCARNOS, poner lo primero, primero. Primero buscar a Dios y enfocarnos en El, que tiene poder para hacer todas las cosas y mucho más.
Y por último sobre el FUTURO, no traigamos problemas del mañana, cada día trae ya su propio afán, estar pensando continuamente en el mañana bloquea nuestras bendiciones, nos roba las fuerzas, la energía, quita el gozo por el día de hoy.


Si sólo te preocupas por lo que va a suceder mañana, Cuando vas a tener tiempo para vivir el día de hoy?



lunes, 4 de enero de 2016

Atributos de Dios: La Santidad de Dios



Que es la santidad? Que significa ser santos? Hay alguien realmente santo? Se puede ser santo?.

Preguntas que se nos pueden ocurrir cuando pensamos en el tema de la Santidad, y rápidamente decimos: imposible, esta palabrita no va para mi, y luego afirmamos: ah pero seguro que para nadie, y no solo vemos nuestros errores para acertar que no somos santos, si no que empezamos a ver el de los demás para compararnos, y solemos decir, bueno tampoco es que soy tan malo.

Reflexionemos hoy y descubramos con más detalles a que nos referimos con la santidad de Dios, este es, uno de los atributos de El, y seguramente podremos aplicar a nuestra vida aspectos que nos ayuden a llevar una vida de santidad, que no es nada fácil, seguramente, en este mundo donde abunda la violencia, la mentira, la crueldad, y tantas cosas que no sólo arruinan personas, también familias enteras.
Y que podríamos decir respecto a esto: era más fácil ser santo en otra época, ahora no se puede, es mucho para mi.

No tenemos que poner excusas, Dios puede ayudarnos en cada época, en cada cultura, cada sociedad, cada familia, cada historia personal, a poder vivir una vida en santidad, que no sea fácil, es otra cosa, pero podemos encontrar en Dios el aliento y la fuerza para seguir,es una lucha de todos los días, pero podemos dejar guiarnos por Dios, al buscar en su palabra y comunión con él,llevando una vida de obediencia. Sabemos que la única persona santa en esta tierra fué Jesús ( 1° Pedro 2.22) que jamás pensó ni cometió pecado alguno. Que nuestra meta sea parecernos cada día más a él, no sólo como un buen ejemplo a seguir, si no como una forma de vida que nos cambia y renueva cada día.

En el diccionario de la lengua española, la definición para Santo es: perfecto y libre de culpa.
La palabra derivada de la raíz hebrea: qadash (separación o apartar) y raíz griega: hag. (equivalente de qadash).
En la Biblia se refiere a la pureza y total perfección de la naturaleza, el carácter y las acciones de Dios.
Como cristianos somos llamados a reproducir la santidad de Dios en nuestras vidas, con la ayuda del espíritu santo.
La Biblia nos habla de la santidad de Dios, esta caracteriza sus acciones, sus palabras, promesas, su nombre y su espíritu.


“¿Quién como tú, oh Jehová, entre los dioses?
¿Quién como tú, magnífico en santidad,
Terrible en maravillosas hazañas, hacedor de prodigios?”
Exodo 15.11



Dios nos manda a ser santos: sino, como aquel que os llamó es santo, sed también vosotros santos en toda vuestra manera de vivir;
porque escrito está: Sed santos, porque yo soy santo.”
1° Pedro 1.15-16


Que bueno es poder conocer sobre los atributos de Dios, conocer como se caracteriza, cómo es, para saber lo maravilloso que es nuestro Padre Celestial. Seguramente que va hacer difícil parecernos cada día un poquito más a él, pero no estamos solos, Dios nos dejó un consolador que es el Espíritu Santo, que nos convence de pecado, y nos ayuda en esta tarea.
Cuando hablamos que es necesario ser puros, pienso en la nieve, en su color blanco, tan blanco, verdad?. Como poder llegar a ese estado? Tan fácil, como renunciar a nuestro Yo, arrepentirnos de nuestros pecados, fallas, nuestros errores, y reconocer lo que Jesús hizo en la cruz por nosotros, y ese copo de nieve,que se había ensuciado con barro vuelve hacer blanco y puro otra vez.